El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible

jueves, 29 de octubre de 2009

Cornell Capa

El apellido Capa implica una trinidad de fotógrafos que ha quedado un poco en segundo plano por el recuerdo de Robert: Gerda Tardo y Cornell Capa, su novia y su hermano, son tambíen partícipes y no herederos de una concepción en la que la fotografía está muy pegada a la realidad.

Aunque Cornell Capa tomó prestado parte del pseudónimo de su hermano, su talento fotográfico es genuino e indiscutible en esa linea común de los denominados "fotógrafos comprometidos". Retratista de un Kennedy mesiánico, de Marilyn descansando dulcemente ante la igualmente dulce mirada de Clark Gable , de una América Latina poco fotogénica, Cornell Capa nos mostro su versión del imperecedero tema de lo humano con una expresividad visual impecable.

También abarcó el lado más institucional de la fotografía fundando el Internacional Center of Photography (IPC, http://www.icp.org/)

martes, 20 de octubre de 2009

William Eugene Smith

Las fotos de William Eugene Smith plasman la humanidad y el sufrimiento de un modo inquietantemente apolíneo. Si en muchos casos el fotoperiodismo implica el disparo de la cámara con más o menos fortuna, en el caso de W. Eugene Smith cada toma incluye una breve reflexión sobre el modo en el que el propio lenguaje fotográfico tiene que plasmar la escena.

El resultado es tan sobrecogedor que da la impresión que el sufrimiento, la pobreza, el cansancio, la guerra, y la soledad posan para la cámara. Si tenemos que reflejar la realidad tal como es, hay que hacerlo del mejor modo posible.


Sus fotos son testimonio pero también una esmerada obra de arte. La intensidad comunicativa de cada foto no puede ser mayor. Cada imagen se convierte en un icono.


miércoles, 14 de octubre de 2009

Robert Capa: ligeramente desenfocado

El titulo de estas "memorias" es sincero. Capa aparece ligeramente desenfocado. Más que un relato autobiográfico, en él Capa se vuelve a reinventar ofreciendo un perfil de sí mismo un tanto novelesco, quizá consciente que esa es la imagen que el público ha tenido siempre de él: una especie de Indiana Jones convertido en fotoperiodista, apátrida, seductor nato, cuya virtud no es la prudencia sino la capacidad de invocar la buena suerte en las situaciones más extremas, que sabe que en medio de la guerra una botella de bueno vino, brandy o champaña es un salvoconducto seguro para esquivar la impenetrable burocracia militar. Como nos dice su hermano Cornell Capa (también excelente fotógrafo de Magnum) Robert Capa desenfocó estas memorias quizá con el objetivo de convertir su peripecia en la Segunda Guerra Mundial en el punto de partida para un guión de cine. De momento van por la novela y en el futuro se espera la película.


El libro acierta al compaginar la lectura bastante animada de los relatos de Capa junto a sus fotografías más famosas de la II Guerra Mundial. Esta mezcla de narración visual y textual es necesaria para el fotógrafo húngaro: la guerra es una experiencia tan sumamente amplia que no solo hay que fotografiarla, también hay que contarla. Si detrás de sus fotos está la Historia también detrás de cada foto hay una historia. Si el lector de Life al ver las fotos de la toma de Sicilia solo sabe de su autor lo que cuenta un exiguo pie de foto, Capa se siente en la necesidad de decir quién es, de avisarnos que detrás de cada visor mira un ojo.

Buena compra.

martes, 13 de octubre de 2009

Irving Penn





Hoy me entero de que el miércoles pasado murió Irving Penn. Aquí van unas cuantas imágenes en memoria de lo que podríamos denominar un típico fotógrafo neoyorquino, es decir fotografía de moda un tanto surrealista como género artístico junto con un gusto exquisito en el retrato.